El G-1 financió el hospital… y también a Enríquez

5/12/20252 min read

Una investigación revelada por el periodista Óscar Balderas, respaldada por filtraciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y por inteligencia de EE.UU., vincula directamente al senador con licencia y actual candidato a la presidencia municipal de Durango, José Ramón Enríquez Herrera, con Gerardo Soberanes Ortiz, alias El G-1, identificado como operador financiero del Cártel de Sinaloa, específicamente del brazo criminal de los Cabrera Sarabia.

La reunión del terror: “no ganaron por caer bien”

Según testimonios recopilados por inteligencia federal, durante su administración como alcalde, Enríquez no solo mantenía relación directa con El G-1, sino que incluso lo presentó como su “compadre” ante miembros clave de su gabinete. En una reunión privada, Soberanes habría dicho textualmente a los funcionarios:

“Ustedes no ganaron por caer bien, ganaron porque yo dije que así iba a ser. Me deben lealtad.”

Esta afirmación —de carácter casi mafioso— pone en evidencia el nivel de infiltración del crimen organizado en la estructura política del municipio, durante el mandato del hoy candidato de Morena, PT y PVEM.

Hospital financiado por el narco

Una de las revelaciones más alarmantes es que el Hospital de Especialidades de Durango, una obra pública promovida por Enríquez como uno de sus grandes logros, fue financiado parcialmente por dinero proveniente del crimen organizado.

Se estima que El G-1 aportó más del 50% de los recursos necesarios para concluir dicha construcción, dinero que habría sido gestionado con el conocimiento y consentimiento de autoridades locales de aquel entonces.

Mantas, policías y protección institucional

En octubre de 2018, se colocaron en distintos puntos de la ciudad mantas anunciando la llegada de un nuevo grupo criminal a Durango. Las cámaras del C5 captaron a los sujetos responsables de colocar dichos mensajes…

escoltados por patrullas de la Policía Municipal, bajo el mando directo del gobierno de Enríquez.

Los informes apuntan a una posible colusión entre elementos de seguridad pública y los operadores del crimen organizado.

Sin aclaraciones, sin deslindes

Pese a las múltiples publicaciones nacionales e investigaciones independientes, José Ramón Enríquez no ha emitido una postura oficial contundente, más allá de tachar los señalamientos como “guerra sucia” y ataques sin fundamento.

Sin embargo, la magnitud de los señalamientos y el hecho de que provengan de instituciones federales y extranjeras refuerzan la necesidad urgente de una investigación oficial y pública.

En un contexto electoral tenso y con el crimen organizado cada vez más presente en la vida pública, la ciudadanía merece saber: ¿quiénes están detrás de las campañas? ¿Quién pone el dinero… y a qué costo?